Tras el parón
de Agosto y los dos especiales aparecidos en las dos entradas anteriores llegó
el momento de recuperar el espíritu de este blog. Dos meses es mucho tiempo y
da tiempo a muchas cosas. Con esta entrada queremos intentar recuperar a todos
aquellos amigos que a lo largo de estos 23 meses nos han seguido domingo a
domingo ya que pensamos que aún tenemos cosas que decir y mostrar, de momento
aparcaremos durante un tiempo la realización de algún especial. No nos lo pide
el cuerpo, la verdad. El preparar un especial lleva consigo un desgaste
psicológico a la hora de hacer una selección si lo que pretendes es no colocar
fotografías “a cascoporro” sino contar algo a través de las imágenes que
sacamos a la luz. De momento nuestra intención es ir, no partido a partido sino
domingo a domingo y sentir lo que nos vaya pidiendo el cuerpo.
Comenzamos la
entrada de esta semana con la fotografía de la lidia que nos trae Álvaro.
“Como humilde aficionado a los toros, pienso
que todas las etapas de la vida profesional de un torero tienen algo de
especial. Cada una aporta lo suyo para ir creciendo, pero sin duda la que más
sienten y en la que más expresan su concepto, es la que les ha llevado a la
madurez como matadores de toros.
Miguel Abellán, Fuenlabrada 16 de Septiembre
de 2014”
Roberto es el
siguiente en traernos su fotografía del detalle taurino.
“Imagen
captada en El Escorial en agosto de 2013.
¿Qué se le
debe de pasar por la cabeza a un picador en semejante situación?
Debe ser como
la aparición de una enorme cortina negra, que se cierne sobre ti, anunciando
sombras y miedo. Mucho miedo.
Momentos en
los que la vida, a los pies de semejante bestia, pasa a ser algo nimio ¿Qué
empuja a estos hombres tarde tras tarde, a servir en bandeja de plata su propia
vida, para que el destino en último caso decida?”
Eusebio se
encarga del apartado campero de la semana.
“Asistir a un herradero en cualquier casa
ganadera es sinónimo de fiesta grande y olores. Durante la jornada se van
marcando a fuego los animales más jóvenes de la nueva camada, el paso por el
mueco lleva consigo el que al animal se le marque con los diferentes hierros
que acreditaran su edad, su número de orden en la entrada al herradero, la
asociación ganadera a la que pertenece su dueño, el guarismo del año ganadero
de su nacimiento y, para mi, el más importante, el hierro de la ganadería a la
que pertenece, también debería, apunto, ser un momento en todas las ganaderías
en el que se aprovechase para retirar los horrorosos crotales de las orejas
sobretodo de los machos, es horrible ver lidiar a un toro con crotales.
De vez en cuando durante el herradero y por
circunstancias que así lo determinan, el animal es herrado como se ha hecho
durante toda la vida: a mano. Se espera al animal, se le coge, tumba, inmoviliza
y ya en el suelo se le ponen los diferentes hierros: el de la ganadería siempre
por parte del ganadero.
En el caso de la fotografía de esta semana
podéis ver como se hierra en el suelo al macho numero 9 de la camada del 2011
de la ganadería de D. Aurelio Hernando, ganadero que se esta intentando abrir
camino con su ganadería de sangre veragüeña y, lo más importante, excelente
persona.”
José Luis nos
acerca a las personas del mundo del toro.
“Manuel Martínez Erice.
Nace en San Sebastian el 13 de Mayo de 1964
en el seno una familia taurina por los cuatro costados. Comienza ya de la mano
de su padre y su tío allá por el año
1982 apoderando al "NIÑO DE LA CAPEA".
Y ahora en la actualidad, después de haber
apoderado a muchos toreros y dirigido muchas plazas, está al frente de
TAURODELTA, empresa que lleva la gestión de la primera plaza del mundo:
"LAS VENTAS DEL ESPIRITU SANTO".
Cierra la
entrada de esta semana Sandra con su fotografía libre.
“En esta época del año me suele entrar
añoranza. El verano se acaba y toca acostumbrarse a un periodo del año que nos
acompaña con menos luz y más rutina. Añoro los lugares donde viajé en verano
incluso aunque hayan transcurrido ya
muchos años de la estancia en esos destinos. Y junto a los lugares, se
añoran las personas, aquellas con las que compartiste momentos de tu vida. Y no
dejas de pensar en cómo les irá, sobretodo cuando esas personas viven en
condiciones nada favorables. Fundamentalmente si son niños.
A pesar de eso no puedo evitar sonreir al ver esta foto. Estos niños no
tendrán videoconsolas, ni hablarán idiomas, ni tocarán el piano pero se pasaban
el día en la calle jugando con las pelotas, subiéndose a los tejados (yo ese
día casi me muero del susto) y corriendo libremente por las montañas de los
Andes. A mí me encantaba encontrármelos jugando en las calles con las caras y
las ropas manchadas de jugar al fútbol o rodar por los prados. Y despeinados...
corriendo hacia tí para intentar integrarte en sus juegos.
En concreto estos dos niños representan la cara dulce de esos días.
Existía otra realidad más cruda para otros niños allí que ya abarcaré en alguna
otra entrada del blog.”
Finaliza aquí
nuestra entrada 91, esperamos que hayáis disfrutado de esta entrada y os
emplazamos para la próxima que será el domingo próximo 5 de Octubre, pero antes
queremos recordaros que si estáis interesados en conseguir alguna de las fotos
expuestas en esta entrada no tenéis mas que poneos en contacto con nosotros a
través de nuestro correo: taurofoto2.8@hotmail.com
un saludo a todos.